La palabra del jugador: Mateo Fernández de Oliveira
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Qué gran año ha tenido Mateo Fernández de Oliveira. El jugador de 23 años, originario de Buenos Aires, Argentina, abrió 2023 con una resonante victoria en el Latin America Amateur Championship. Se impuso a paso récord para ganar un torneo con el que soñaba desde que participó como voluntario en la edición inaugural en 2015. Esa victoria fue recompensada con invitaciones al Masters, al México Open, al U.S. Open y al British Open. Además, su sólido juego lo llevó a ganarse un lugar en el Equipo Internacional en la Arnold Palmer Cup, evento en el que participó por segundo año consecutivo. En medio de todo esto se graduó de la Universidad de Arkansas, en donde fue pieza clave del equipo de los Razorbacks que batió sus propios récords para llegar a las Finales del Campeonato de la NCAA. Tan exitosa campaña lo llevó a terminar decimosexto en el ranking final de PGA TOUR University, con lo que se ganó una exención para jugar en PGA TOUR Canadá y en la segunda etapa del Q-School del PGA TOUR este otoño. Tras empatar el sexto lugar en su debut como profesional en el Osprey Valley Open en TPC Toronto hace apenas tres semanas, Fernández de Oliveira ahora busca un lugar entre los top 60 de la Fortinet Cup que avanzarán al Fortinet Cup Championship que cerrará la temporada. Empatado en la casilla 82o de la lista de puntos con dos torneos de la temporada regular por jugar en Winnipeg y Minnesota, el argentino espera sacar el máximo provecho posible de su corta estancia en territorio canadiense.
Por Mateo Fernández de Oliveira, miembro PGA TOUR Canada
Arranqué a jugar al golf en parte porque mi papá y mi abuelo jugaban. Hasta mis nueve años el fútbol fue mi mayor pasión, pero por un tema de horarios escolares y demás tuve que cambiar de deporte y cuando probé el golf me divirtió demasiado de entrada. Una vez que arranqué, me compraron mi primer juego de palos y de ahí en más me volví como una especie de adicto. Iba todos los santos días a practicar y a jugar en el Club Náutico San Isidro, donde teníamos un buen grupo. A esa altura no tenía idea de lo que el golf iba a significar en mi vida y a medida que iba avanzando, que mejoraba la competencia y los premios se volvían más divertidos y motivantes, el juego me terminó de atrapar. Llegué al punto de decidir cambiar mi vida, venirme a la universidad a Estados Unidos y prepararme para arrancar mi camino como profesional en este deporte.
Con el tiempo empecé a competir muy bien, no solo en Argentina, sino que también afuera. Recuerdo que en mi última participación en el Campeonato Sudamericano para menores de 15 años gané el título individual como por nueve golpes, jugando a muy buen nivel. A partir de ese momento comencé a visualizar un futuro jugando como profesional. En adelante se empezaron a dar un montón de cosas, como los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires y el Latin America Amateur Championship (LAAC) que fueron realmente increíbles. Todo se fue dando y apareciendo al tiempo correcto.

FOTO: Fernández de Oliveira durante la Toyota Junior Golf World Cup 2018 en Chukyo Golf Club en Aichi, Japón. (Atsushi Tomura/Getty Images para Toyota Motor Corporation)
La edición inaugural del LAAC se jugó en enero de 2015 y me tocó vivirlo como voluntario. Tuve la suerte de que se jugara en Pilar Golf, donde yo entrenaba todos los días, a una edad en la que todavía estaba todavía creciendo en el golf. Creo que los primeros dos días fui el scorer del hoyo 10 y los últimos dos días hice de walking scorer. En la ronda final le llevé el cartel al grupo de Nico Echavarría y por esas coincidencias de la vida, años después terminé yendo a la misma universidad que él. Cuando mi grupo terminó me fui a caminar con todos mis amigos, dentro de las cuerdas, a ver el final entre Ale (Tosti) y Matías (Domínguez). Me acuerdo de todos los tiros como si lo hubiese definido yo básicamente. Ver a todos estos jugadores compitiendo por algo tan grande y ver una definición de ese estilo, realmente me dejó una enseñanza muy grande y desde aquel momento el LAAC fue algo que me lo puse en la cabeza como un objetivo.
En octubre de 2018, Buenos Aires fue la sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud. El camino a ese evento arrancó tres o cuatro años antes con una preselección y eso significó que se trabajará con mayor intensidad de lo normal para los menores, con oportunidad de viajar a diferentes torneos y medirse con los mejores del mundo para poder llegar a los juegos de la mejor forma. Al final del proceso, Ela Anacona y yo fuimos los elegidos para representar a Argentina. Después de competir individualmente, hicimos equipo y jugamos lo suficientemente bien para ganar la medalla de bronce en equipos mixtos.

FOTO: Fernández de Oliveira y Ela Anacona hicieron 7-bajo par en la ronda final para darle a Argentina la medalla de bronce en la competición de Equipos Mixtos de golf en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en Hurlingham Club in Buenos Aires. (Cortesía de Mateo Fernández de Oliveira)
Ela y yo nos conocemos desde 2014, cuando jugamos nuestro primer Campeonato Sudamericano de Menores de 15. Ambos compitiendo por Argentina, ella en el equipo femenino y yo en el masculino. Desde entonces nos llevamos muy bien y entablamos una muy buena relación. Ella sabía casi todo de mí y yo sabía mucho de ella también. Entre tanto viaje llegamos a un punto en el que éramos demasiado cercanos. Entramos a la universidad al mismo tiempo, en el otoño de 2019, ella fue a la Universidad de Arkansas y yo a Texas Christian University (TCU). Estábamos a cinco horas de distancia en auto y desde el día uno sabíamos que íbamos a tenernos el uno al otro para lo que fuera. Estábamos saliendo a otro país, a otra cultura, no era algo no tan fácil y estábamos transitando lo mismo. Saber que podía contar con alguien fue muy importante y eso nos trajo más cerca. Ya hace tres años y medio que estamos de novios

FOTO: Fernández de Oliveira y su novia Ela Anacona en Augusta National Golf Club durante la semana del Masters 2023. (Cortesía de Mateo Fernández de Oliveira)
Después de dos años me cambié de TCU a la Universidad de Arkansas. La transición al programa fue fácil porque ahí conocía a mucha gente. Sabía que me iba a sentir como en casa, justamente por todas las conexiones latinas que teníamos en este lugar, donde no solo tenía a mi novia, sino también a los chicos latinos del equipo de golf y a toda la gente que apoya el programa. Terminada la universidad puedo decir que fue la mejor decisión que tomé en la vida porque me dio un lugar que hoy en día lo considero mi casa. Sinceramente, creo que si no hubiese venido a Arkansas toda esta realidad que estoy viviendo hoy en día no hubiese sido posible.

FOTO: Fernández de Oliveira fue parte clave del sólido equipo de los Razorbacks que batió sus récords para llegar a las Finales Nacionales del Campeonato de la NCAA el pasado mayo. (Cortesía de Mateo Fernández de Oliveira)
La despedida con el equipo en las Finales del Campeonato Nacional de la NCAA, a finales de mayo, fue muy emotiva.Hicimos una entrevista al final en la que todos acabamos llorando. La relación que generamos con Segundo (Oliva), Julián (Perico) y Manu (Lozada) se describe muy bien en el video ese. Creamos una amistad que probablemente perdurará por el resto de nuestras vidas. Son gente que hoy en día no son solo amigos, se sienten como familia.
Ganar el LAAC, en enero, fue un sueño hecho realidad. Creo que la experiencia de haberlo jugado tantos años y sobre todo de haber terminado segundo el año anterior, cuando tuve la chance de jugar un playoff, me dio esa experiencia necesaria, no solo en la semana del torneo, sino que a la hora de prepararme. Cuando llegué a Puerto Rico a competir me sentí realmente como me había visualizado y creo que esa fue la diferencia durante esa semana.

FOTO: Fernández de Oliveira con el trofeo del Latin America Amateur Championship 2023. Su total de 23-bajo par 265 lo llevó a ganar por cuatro golpes en Grand Reserve Golf Club en Puerto Rico y a romper el récord de 72 hoyos del campeonato, fijado en 273 por Joaquín Niemann en 2018. (Cortesía LAAC)
Como campeón del LAAC tuve la oportunidad de jugar tres majors: el Masters, el U.S. Open y el Open Championship. Las experiencias de cada uno de esos majors fueron una más valiosa que la otra. Obviamente no fueron los resultados que me hubiese gustado tener, pero creo que aprendí muchísimo como jugador y como persona. Tengo muchas ganas de volver en los majors en los próximos años, pero tengo claro que no es un camino fácil y que necesito un montón de sacrificios, un montón de trabajo y sobre todo de disciplina. Al final del día siento que no es imposible, que justamente poniendo todo el trabajo se puede estar ahí. No hay un lugar que quiera estar más en mi vida que compitiendo ahí como profesional y haciendo esto semana a semana contra los mejores del mundo. Creo que todas esas experiencias que tuve este año, no solo las de los majors sino que también la del México Open, me ayudaron a entender sobre todo qué es lo que se necesita para estar ahí. No exactamente lo que se necesita, sino lo que necesito yo.

FOTOS: Compitiendo como campeón del LAAC 2023, Fernández de Oliveira tuvo la oportunidad de jugar tres majors esta temporada.
Aprecio mucho la oportunidad que estoy teniendo de dar mis primeros pasos como profesional jugando en PGA TOUR Canada. Logré acceso al Tour gracias al ranking de PGA TOUR University, una herramienta que hacía falta para que este proceso de transición del golf universitario al profesionalismo fuera un poco más directo, sin tener que seguir un proceso que puede complicado sino se te da jugar bien en la semana que tenés que jugar bien. Poder jugar en Canadá y luego estar exento para la segunda etapa de Q-School del PGA TOUR es algo sumamente valioso para un arranque que realmente estoy disfrutando y aprovechando al máximo.
Las cosas que aprendo cada semana que juego son sumamente valiosas. Así como fueron todas las semanas de los majors, ahora jugando en Canadá, cada semana que termino tengo una conclusión diferente de un montón de cosas que me van pasando y creo que esa es la forma de ir encontrando la fórmula del éxito para uno.